lunes, 7 de enero de 2013

Uso de los códigos QR en la enseñanza


DiarioSur se hace eco de la utilización de los códigos QR, dentro de la enseñanza por parte del profesor del IES Jose Luis Gamboa:

Cuando José Luis Gamboa les comunicó el pasado curso a sus alumnos de 1.º de Bachillerato del IES La Rosaleda que iban a trabajar con códigos QR, a los estudiantes se le pusieron los ojos como platos. No tenían ni la más remota idea de lo que estaba hablando. Hoy, tras varias actividades realizadas en torno a este sistema de almacenamiento de información, estos jóvenes conocen al dedillo su funcionamiento y sus numerosas utilidades; saben cómo crearlos y cómo descifrarlos con el teléfono móvil. Y no solo les ha servido para ampliar sus conocimientos tecnológicos, sino que los profesores los han usado como herramienta pedagógica para el desarrollo de otras materias, consiguiendo motivarles al sacarles de la rutina.Este instituto no es el único que ha integrado estos códigos de barras bidimensionales en el aula. También pueden verse por los pasillos del colegio público José Moreno Villa, en la capital. Con motivo del nombramiento del poeta y pintor malagueño como autor del año pasado por parte de la Consejería de Cultura, los alumnos seleccionaron algunas de sus obras más conocidas para dar nombre a cada una de las clases. Así, han pasado a llamarse 'Filósofo indio', 'Pájaros', 'Guitarra' o 'Bestiario'. Y acompañando a las reproducciones de los trabajos del artista, los códigos QR dirigen a los enlaces en Internet de la página web del centro docente, en la que se puede encontrar amplia información sobre Moreno Villa. En otros casos, al enfocar el código con el móvil se facilita un plano con la ubicación exacta de las clases con el objetivo de que los padres sepan dónde están estudiando sus hijos este curso.Porque esta experiencia no solo está dirigida a los niños de 5.º y 6.º de Primaria, sino que pretende que los padres se pongan al día y conozcan más a fondo el centro en el que estudian sus hijos. Los alumnos de Primaria no pueden llevar móvil al colegio, por lo que solo pueden descifrar estos códigos cuando van con sus padres a las tutorías, pero sí se ha conseguido que sepan identificarlos y conozcan sus aplicaciones, como explica el director, Tomás Rueda, que afirma que las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta esencial en este centro TIC. Además de trabajar con ordenadores y pizarras digitales, se facilita a los alumnos que puedan recibir y enviar los deberes por Internet a través de una plataforma on line. También disponen de una biblioteca digital en la que puede consultarse la disponibilidad de los diferentes ejemplares, así como de un listado con numerosos enlaces a portales educativos para ampliar las materias que se imparten en clase.

Experiencia en un instituto
En el IES La Rosaleda la experiencia con estos códigos fue muy gratificante tanto para su impulsor, el profesor de Lengua y Literatura José Luis Gamboa, como para sus 70 alumnos. La realizaron el pasado curso, pero la huella de esta actividad permanece por todo el centro. Tras explicarles a los chicos que estos códigos permiten almacenar gran cantidad de información alfanumérica y codificarla dentro de un cuadrado y enseñarles a crearlos y descodificarlos, les llevó fotos de carteles publicitarios para que elaboraran enlaces a vídeos o a la propia compañía. Después, les encargó grabar en imágenes las diferentes zonas en las que se divide el centro y los vídeos se transformaron en códigos QR que hoy forman parte del plano del instituto.También están presente en la exposición permanente de minerales ubicada en uno de los pasillos. Con solo enfocar con el móvil puede obtenerse información sobre los diferentes tipos a través de audios que han elaborado los propios estudiantes. Aunque, como explica Gamboa, teóricamente en Bachillerato no se pueden utilizar los móviles en clase, «para mí es una herramienta de trabajo». «Yo tengo todos mis apuntes en Internet y con sus teléfonos los siguen y hacen las actividades que les propongo», apunta este profesor, que señala que el uso de las nuevas tecnologías con fines pedagógicos «motiva a los alumnos» porque les encanta. «Se van a enfrentar a un mundo lleno de nuevas tecnologías y lo que es absurdo es que no las utilicemos en el aula», defiende este profesor, que ha sido reconocido por este proyecto con el Sello de Buenas prácticas Leer.es que otorga el Ministerio de Educación.

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